viernes, 26 de noviembre de 2010

¡Me dejas picueto! Capítulo 1

"No le ocurre nada a su televisor. No intente ajustar la imagen. Ahora somos nosotros quienes controlamos la transmisión. Controlamos la horizontalidad y la verticalidad. Podemos abrumarle con miles de canales o hacer que una simple imagen alcance una claridad cristalina, y aún más. Podemos hacer que vea cualquier cosa que conciba nuestra imaginación. Durante la próxima hora controlaremos todo lo que vea y oiga. Está usted a punto de experimentar el asombro y el misterio que se extiende desde lo más profundo de la mente, hasta más allá del límite"




Capítulo I (El lado más oscuro de los Kelloggs)
Hace unos años masturbarse estaba mal visto, la religión jugaba un papel importante en la sociedad estadounidense y este acto de onanismo era uno de los peores pecados. La gente creía que esta práctica comportaba desgracias de todo tipo, como el cáncer, impotencia, locura y debilidad mental entre otras.
Ante este enorme problema el Sr, John Harvey Kellogg pensaba que tenía la solución. 
El Sr. Kellogg estaba seguro que el problema de que la gente se masturbase eran los hábitos alimenticios de esa sociedad, así que ideó unos cereales para la hora del desayuno. Fundado a su vez la compañía Corn Flake Company que más tarde se llamaría Kellogg Company.
Con estos cereales, más bien insipidos, intentó conseguir una sociedad pura y casta como su propio inventor que estuvo casado con su mujer y confesó que durante 40 años de convivencia no había mantenido relaciones sexuales. Kellogg estaba a favor de la ablación química y en contra de los preservativos y el amor libre.


Veredicto y Moraleja final: Querido John, me pasé mi adolescencia desayunando Smacks y le puedo asegurar que mi tendencia hacia el onanismo no hacía más que aumentar, así que creo que esta es una de otras cosas en las que estaba usted equivocado.


Vía: Sabias que...?

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