También llamada "Ola Cojonera" o las "Tres Marías, la puta, la guarra y la jodía". Tantos nombres para un sólo evento dan una idea de lo mucho que está presente en nuestras cabezas y en lo que puede llegar a
Se trata ni más ni menos que la típica rompiente que hay en la playa.
Mi primera lección aprendida. Por muchas ganas que tengas, por mucho mono acumulado, nunca salgas con esta ola si no hay viento suficiente para remontarla. Éste siempre será proporcional al tamaño de la ola. De lo contrario acabaréis con vuestro material en menos de lo que canta un gallo debido a las posibles "lavadoras" a las que seréis sometidos. Y no me digáis "Bah, por una o dos no pasa nada". No, sí que pasa, de hecho puedes estar una tarde entera y que no pase nada y llegar al día siguiente y en la primera cargarte el pié de mástil.
Para salir, he aprendido (en realidad ya lo sabía de la vela ligera), que hay tres olas gordas (las tres marías), y tras ellas un periodo de relativa calma. Aprovechad ese momento.
Una vez navegando, con cierta velocidad (no salgáis si no hay suficiente viento, repito), cada vez que os coja una rompiente os aproais a ella cagando leches. Si veis que no os da tiempo y os la habéis comido, hacéis "el ancla".
Hacer el ancla consiste en clavar el pié de delante lo más a popa posible para que la tabla pivote y encare la ola. Es un truco muy efectivo.
Espero que os sea de tanta utilidad como a mí y que os salve de algún remojón.
¡Un abrazo!
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