En un estudio también firmado por el mismo doctor Ericsson, la psicóloga Angela Duckworth estudió un grupo de niños participantes en esos concursos de deletrear tan famosos en los Estates y además de comprobar que aquellos que dedicaban más horas a practicar eran más exitosos (como era de esperar) también descubrió que una de las capacidades que los distinguía de los otros era que eran capaces de forzarse a practicar incluso cuando esta actividad no les resultara especialmente divertida.
No creo que a nadie le sorprenda que, en conclusión, aquellas personas capaces de obsesionarse con sus pasiones son más capaces de resistir los embates de la adversidad y de hacer lo que haga falta para cumplir sus objetivos…y no hablo sólo de deletrear.
Fusilado de Amazings
Está claro que con voluntad tienes más posibilidades, ahora bien¿es más feliz el que más destaca?
ResponderEliminarGran pregunta amiga bloguera! :).
ResponderEliminarEn mi opinión es más feliz el que más disfruta con lo que hace, destaque o no.
A mi personalmente me encanta hacer muchas cosas en las cuales no destaco en absoluto, cosas que profesionales han dejado por la presión a la que estaban siendo sometidos, precisamente por destacar...